Para que o Céu não caia (Para que el cielo no caiga)
A partir del chamán Davi Kopenawa, de la cultura yanomami, Lia Rodrigues hace referencia al mito del fin del mundo: una danza ritual en la que diez bailarines evocan con sus ritmos la necesidad de preservar la selva amazónica de las catástrofes ecológicas. Una pieza muy orgánica en la que el público está en el mismo plano y donde se utiliza harina, café y cúrcuma sobre los cuerpos de los bailarines para simbolizar la naturaleza dañada.
Nacida en São Paulo, Lia Rodrigues formó parte de la compañía Maguy Marin en París. Al volver a Brasil, fundó la Lia Rodrigues Companhia de Danças en Río de Janeiro, que ofrece actividades, laboratorios de danza, producciones, clases y ensayos durante los doce meses del año. En 1992 creó el Panorama Festival, que dirigió durante catorce años y que se ha convertido en el más importante de Río de Janeiro.
Desde el 2004, la compañía desarrolla actividades educativas y artísticas para la favela Maré de Rio de Janeiro, en colaboración con la ONG Redes de Desenvolvimento da Maré. A partir de esa colaboración, en el 2009 nació el Centro de Artes da Maré y en octubre del 2011 se creó la Escuela Livre de Danças da Maré. A lo largo de sus cuarenta años de trayectoria profesional y artística, la coreógrafa Lia Rodrigues no solo se ha dedicado a la creación y a la práctica artística, con encargos y actuaciones en las principales capitales mundiales, sino también a la enseñanza, con la organización de talleres y seminarios por todo el planeta. Cree en la sinergia entre el arte y los procesos sociales y combina la militancia con las utopías.
Este espectáculo incluye varias actividades relacionadas como: El arte como herramienta de transformación social, Lia Rodrigues, Àngels Margarit y Eduardo Bonito, Reportajes sobre Lia Rodrigues, Taller de cuerpo con los bailarines y las bailarinas de la compañía Lia Rodrigues y Para que o céu não caia, con Roger Bernat.
